Pokémon Escarlata y Púrpura se ven mejor en Switch 2, pero siguen fallando en diseño

"Game Freak lanza una actualización técnica para Pokémon Escarlata y Púrpura en Switch 2, mejorando el rendimiento pero sin solucionar su incoherencia artística."
Pokémon Escarlata y Púrpura lucen mejor en Switch 2, pero siguen sin encajar artísticamente
La esperada revalorización técnica de Pokémon Escarlata y Púrpura ha llegado con el lanzamiento de Nintendo Switch 2. Tras un año envueltos en controversias por un apartado gráfico deficiente, los títulos de Game Freak reciben ahora una importante mejora visual. Sin embargo, entre texturas de escamas y pelajes renovados, persiste un problema más profundo: la falta de cohesión artística en su mundo abierto.
Rendimiento renovado en la nueva Switch
Con la puesta en venta de Nintendo Switch 2, Game Freak ha lanzado un parche generacional gratuito que actualiza Pokémon Escarlata y Púrpura. La mejora incluye un salto notable en resolución y fluidez: adiós a las animaciones a tres cuadros por segundo del molino o la escuela, y bienvenida una experiencia mucho más fluida y limpia. Ahora, los jugadores pueden disfrutar de modelos Pokémon con más detalle, tiempos de carga significativamente reducidos y un rendimiento mucho más estable.
La actualización también ha mejorado la densidad del mundo. Más criaturas aparecen simultáneamente en el entorno, los bordes dentados han desaparecido y las texturas —como el pelaje o las escamas en los modelos— se muestran en todo su esplendor. Incluso las interfaces responden de forma instantánea: abrir el menú, acceder al pícnic o cargar los Pokémon del PC se realiza de forma prácticamente inmediata. En resumen, la experiencia es más ágil y disfrutable para quienes siguen coleccionando o compitiendo a la espera del próximo Pokémon Champions.
Este nuevo pulido gráfico recuerda a movimientos similares vistos en otros títulos que evolucionaron mediante parches en generaciones de consola posteriores. Casos como The Witcher 3 o Cyberpunk 2077 tras sus respectivas actualizaciones next-gen han demostrado que, cuando se utiliza el nuevo hardware con inteligencia, los resultados pueden revivir un juego entero sin necesidad de rehacerlo desde cero.
El problema va más allá de la resolución
Pese a las mejoras técnicas, Pokémon Escarlata y Púrpura siguen tropezando en un aspecto mucho más difícil de parchear: su dirección artística. Y es que la cohesión visual, una de las claves del diseño en videojuegos, sigue siendo un punto débil en la novena generación. Es fácil apreciar el contraste entre los vibrantes modelos 3D de Koraidon, con sus escamas detalladas y colores vivos, montado sobre fondos pobres y deslucidos, como praderas planas o montañas poco texturizadas.
La comparación con el medio del cómic ayuda a entender este choque visual. En las viñetas, todo —desde los personajes hasta los decorados— está delimitado por un lenguaje visual común, con trazos de tinta, paletas coherentes y patrones de sombreado que unifican el conjunto. Lo mismo no ocurre en Escarlata y Púrpura: los Pokémon parecen existir en un plano distinto al de los escenarios que habitan.
Estas carencias quedan más disimuladas en entornos urbanos como Ciudad Meseta, donde los colores y formas sintetizan mejor la estética del juego. Pero en las zonas abiertas, el desequilibrio es evidente. Paradójicamente, títulos más antiguos como Pokémon Oro y Plata —carentes de espectacularidad técnica— lograron mundos más creíbles gracias a su coherencia artística inspirada en un Japón suburbano de los 90, cargado de folklore y ambientación.
Entre el avance palpable y el límite del rediseño
El parche generacional ha elevado Pokémon Escarlata y Púrpura a un nuevo estándar técnico. Como ejercicio de optimización, es impecable. El juego corre mejor, se ve mejor y se juega con mayor fluidez. Pero no corrige lo más importante: el alma visual del mundo sigue sin estar a la altura de las criaturas que lo habitan.
Arreglar estos contrastes implicaría rediseñar entornos enteros, algo poco factible a estas alturas del ciclo de vida del juego. Por ello, aunque la mejora es bienvenida, no deja de ser un recordatorio de que la técnica no puede sustituir al arte.
Mientras tanto, los usuarios de Switch 2 tienen motivos para regresar a Paldea y redescubrir la aventura con nuevos ojos. Porque aunque Escarlata y Púrpura no sean más bonitos en esencia, hoy funcionan mejor que nunca.